domingo, 27 de marzo de 2011

''La fuerza de las mujeres depende de que la psicología no puede explicarla. Los hombres pueden ser analizados; las mujeres sólo pueden ser amadas''

Decidí que sería heterosexual a los 7 años, cuando vi por primera vez ''Asesino Perfecto'' y a Natalie Portman con su menuda figura (reducida aun mas por su corta edad en el filme) ataviada como Marylin Monroe...

Descubrí el encanto de un simple beso femenino mucho antes... durante el preescolar con una pequeña que siempre se despedía de mi con un inocente contacto de labios cada día, puntal a la salida... no fue mi primer amor ni por asomo... pero la recuerdo con cariño y aun hoy día me pregunto que habrá sido de aquella infantil beldad de piel nívea y abismal cabellera...

Caí perdido en las redes de las relaciones humanas hasta la secundaria... besos besos y poco mas hasta que cumplí 15 años y conocí a mi primer mujer en muchos aspectos... mi primera novia, mi primer encuentro sexual... mi primer trauma duradero, mi primer desilusión en lo que a promesas se refiere... ya entonces me juraba a mi mismo no prometer para no verme en la necesidad de negar mis contratos verbales tiempo después... no la amé... ni ella me amó a mi... solo vivimos una bella temporada de concordia.

El amor (o por lo menos su mas cruenta deformación) llegaría mucho tiempo después... de forma arrebatada, prohibida y lejana, nunca mio y siempre a medias... siempre fui para ella un escape... un ''plato de segunda mesa'', por lo menos hasta el momento en que yo me convertí en lo prohibido y ella se quedó tras la obscura maleza de la cotidianidad y lo intrascendente.

Oh! En todas estas épocas el sexo ha estado presente... pero siempre como una deformación de su objetivo mas puro... primero como un simple tramite, después como una necesidad fisiológica... algo mas tarde como una deformación de lo que era ser libre.

Y con esta vida apenas en su génesis he comprendido que las mujeres son para mi, una fuente absoluta de inspiración diaria, un verdadero regalo de la naturaleza, un tormento cuando lo permitimos y una tentación todo el tiempo...

Son también nuestras maestras y alumnas, confidentes y voceras, son un bello escape de la realidad y también un duro golpe de la misma, son un corazón cambiante como las estaciones y con sus mismas temperaturas... son un mar de placeres carnales y un universo de goces espirituales encerrados en un par de kilometros de piel.

Ah claro, lo olvidaba!

El VERDADERO amor... aquel que Nervo cuenta en su ''Amor Nuevo'' el amor del que emanan todas las burdas expresiones pseudo-literarias contenidas en este blog... ese llegó tan recientemente a mi vida que no basta con cantarlo en versos impares y esfuerzos ensayistas de tercer orden, ese lo vivo, ese lo construyo, afianzo sus cimientos día con día, en la magia del presente.

2 comentarios:

  1. no manches; que "profundides"; esta muy padre, gran análisis y excelente en cada factor; chingon, que sigan así las cosas.

    Echale ganitas

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