lunes, 22 de noviembre de 2010

"No esta muerto todo lo que yace eternamente y a traves de extraños eones, aun la muerte puede morir"

Empezaba mi viaje por libros mas profundos, a la corta edad de doce años ya había leído (y encontrado fascinante) la inmensidad textual y psicológica que representa Herman Melville en su portentosa Moby Dick, ya me había sumido en los parajes fantásticos de la Tierra Media de Tolkien, había leído a Isaac Assimov y sus intrigas cibernéticas y empezaba a sumirme, poco a poco, en la poesía que ahora inunda mi blog...

Tenía yo apenas doce años cuando llego a mi un libro que debió llegar después, aun demasiado joven, no estaba preparado para la descarga psicológica que representaría.

Llego como un pequeño libro negro, de costado verde y letras naranjas, aun recuerdo perfecto su precio, vendí mi salud mental y muchas noches de sueño por simples veinte pesos...

El titulo decía simplemente "El Morador de las Tinieblas"... Y me destruyó, en ese momento destruyó mi mente juvenil, aun no preparada para el discurso altamente técnico del autor, que dibuja los escenarios con un aire casi científico para sumirte después, sin previo aviso, en el mas absoluto de los terrores...

Perdí muchas noches de sueño imaginando los innominables horrores que el señor H.P. Lovecraft apenas evidencia en su cuento, perdí una pequeña parte de mi cordura, sin embargo gané a cambio de ese misero precio, al mas grande escritor de terror que haya dado nuestro siglo, un maestro de las atmósferas, dueño de una genialidad y creatividad increíble, merece mi mas grande admiración y es, por mucho mi escritor favorito.

Leanlo, empiecen despacio, descubran la magia de sus cuentos cortos y luego los mas largos, hasta llegar a sus novelas cortas... pierdanse en su mitología, ese increíble mundo que surgió de su ávida mente y en el cual llevo 9 años sumido...

"En su casa en R'lyeh, el difunto Cthulu espera soñando"

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